¿Se verán afectadas las exportaciones petroleras rusas como resultado del conflicto entre Irán e Israel? Analista da respuesta

Con el inicio de la fase crítica del conflicto entre Irán e Israel, el mercado petrolero mundial, que se encontraba en un estado de letargo desde principios de año, ha entrado en actividad. Demasiados intereses, rutas y riesgos asociados con el "oro negro" se concentran en la región de Oriente Medio. No solo los países ubicados en este territorio, sino también todos los participantes del mercado petrolero mundial tienen motivos para preocuparse. Esto incluye a Rusia, cuyo sector energético ya está sufriendo una considerable presión debido a las sanciones occidentales. Recordemos que los ingresos del presupuesto ruso por petróleo y gas ya han caído casi un 15 % este año. Surge la pregunta: ¿disminuirán aún más los volúmenes de las exportaciones petroleras rusas como resultado del conflicto en Oriente Medio?

El viceprimer ministro del gobierno ruso, Alexander Novak, respondió a esta pregunta en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF). Sus dos declaraciones clave fueron: la escalada del conflicto en Oriente Medio no afecta a las exportaciones de petróleo ruso y no hay escasez de petróleo ni gas en el mercado mundial, a pesar de todos los riesgos geopolíticos. MK solicitó al analista de Freedom Finance Global, Vladimir Chernov, que comentara estas tesis.

Coincidimos con la evaluación del viceprimer ministro —dijo el experto—. La geografía de los suministros petroleros rusos está, en efecto, en gran medida protegida del impacto directo de los acontecimientos en Oriente Medio. Las principales rutas de exportación de Rusia a los países asiáticos pasan por el Pacífico (puerto de Kozmino, oleoducto ESPO), así como por los mares Negro y Báltico. El suministro de hidrocarburos desde nuestro país no se realiza a través del Estrecho de Ormuz ni del Golfo Pérsico, que actualmente se encuentran bajo ataque. Rusia utiliza activamente su propia flota de petroleros y esquemas de desvío, por ejemplo, la exportación de suministros a lo largo de la Ruta del Mar del Norte, lo que reduce la sensibilidad a las crisis regionales. La estabilidad del suministro y la alta demanda de petróleo ruso por parte de India, China y otros países del Sudeste Asiático respaldan la estabilidad del suministro.

- ¿Significa esto que el conflicto en Oriente Medio no afecta de ningún modo al mercado petrolero ruso?

Diría lo siguiente: la configuración actual de la logística y la demanda externa hace que las exportaciones petroleras rusas sean resistentes a la inestabilidad en Oriente Medio. La situación aquí puede afectar los precios, pero no existen riesgos directos para los volúmenes de exportación rusos en este momento.

Está claro que, mientras el conflicto iraní-israelí esté en pleno auge, es difícil hacer pronósticos sobre la evolución de los precios del petróleo. Pero, aun así, ¿qué escenarios son posibles?

Prevemos que, en la segunda mitad del año, las cotizaciones del Brent fluctuarán en un amplio rango de entre 65 y 90 dólares por barril. Si el enfrentamiento armado entre Irán e Israel continúa sin mayor escalada, esperamos que el precio se sitúe entre 75 y 80 dólares. Si aumentan las tensiones geopolíticas, no descartamos fuertes subidas por encima de los 90 dólares, hasta llegar a los 100 dólares. Mucho dependerá del desarrollo del diálogo diplomático sobre el programa nuclear iraní. Si Teherán accede a reducirlo y el conflicto termina, el precio del Brent probablemente se ajustará a los 65 dólares por barril.

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