Cáncer de próstata, desde las novedades de Asco en las terapias de los casos más graves

El cáncer de próstata, un cáncer diagnosticado recientemente al expresidente estadounidense Joe Biden, es la forma más común de cáncer entre los hombres mayores de 50 años. En Italia afecta a uno de cada 8 hombres. Solo en 2024, en nuestro país se estimaron 40.192 nuevos casos, según datos de Aiom y Airtum, recogidos en el volumen 'Los números del cáncer en Italia 2024' que destacan también el crecimiento constante de la supervivencia de los pacientes italianos, atestiguada en un 91% a los 5 años del diagnóstico. Como todos los pacientes con cáncer, quienes viven con cáncer de próstata aspiran a vivir más y mejor, a tener medicamentos disponibles que frenen la progresión de la enfermedad o incluso la detengan.
Y para los pacientes con cáncer de próstata metastásico sensible a la castración, hay buenas noticias desde Chicago, donde se está celebrando la reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO): la adición de darolutamida a la terapia de privación de andrógenos conduce a una mejora clínicamente significativa en la calidad de vida relacionada con la salud. Lo que significa, en términos sencillos, que el dolor oncológico aparece más tarde, al igual que los síntomas urinarios, y que los pacientes refieren un estado de bienestar general, social y funcional más prolongado que aquellos que no añaden esta molécula a su terapia.
En Asco se presentaron los resultados de estudios científicos que evalúan la mejora de la calidad de vida gracias a la darolutamida y que también analizaron la eficacia de combinaciones terapéuticas basadas en dicloruro de radio-223 en pacientes con metástasis óseas. Los resultados de un nuevo análisis post-hoc del estudio de fase 3 Aranote demuestran una mejora clínicamente significativa en la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) y un retraso en la progresión del dolor en pacientes con cáncer de próstata metastásico sensible a la castración (mCsPC) tratados con darolutamida más terapia de privación de andrógenos (TDA) en comparación con los tratados con placebo más TDA. Darolutamida prolongó el tiempo hasta el deterioro en la puntuación general de la Evaluación funcional de la terapia del cáncer de próstata (Fact-p), un punto final exploratorio predefinido que representa una medida del bienestar general, en 5 meses en comparación con placebo, con una mediana de 16 meses frente a 11 meses.
Los resultados del estudio Aranote destacan claramente un papel positivo adicional de la darolutamida —subraya Orazio Caffo, director de Oncología del Hospital Santa Chiara de Trento—. Además de prolongar la supervivencia libre de progresión, determina retrasos clínicamente significativos en el deterioro de la calidad de vida, en comparación con la terapia hormonal sola. El cáncer de próstata puede, de hecho, tener importantes repercusiones en la vida diaria. La disponibilidad de nuevos tratamientos capaces de preservar el bienestar integral del paciente y retrasar la progresión del dolor es fundamental.
También en la ASCO de Chicago, se presentaron datos de dos estudios clínicos que evaluaron el dicloruro de radio-223 en pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración con metástasis óseas. Es el primer y único radiofármaco emisor de alfa aprobado para el tratamiento de este tipo de pacientes. Los resultados muestran que la adición de radio-223 a enzalutamida, un inhibidor de la vía del receptor de andrógenos (ARPI), provoca una acción positiva sobre algunos parámetros que son indicadores de la actividad tumoral. La combinación ya había demostrado su eficacia para aumentar la supervivencia libre de progresión, con una reducción del 31% del riesgo de progresión o muerte en comparación con la administración de enzalutamida sola.
El nuevo análisis del estudio Peace III aporta información útil sobre los beneficios de la combinación terapéutica —afirma Ugo De Giorgi, director del Servicio Universitario de Oncología del Hospital Vito Fazzi de Lecce—. Nos sentimos alentados por estos resultados de la terapia combinada con dicloruro de radio-223, que ha demostrado mejoras en la respuesta tanto al PSA como a la FA, además de las mejoras en la supervivencia ya conocidas. Por lo tanto, esta es una posible opción de tratamiento adicional para los pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración, incluidos aquellos que requieren una respuesta clínica más contundente, que a veces la terapia hormonal por sí sola no puede proporcionar.
En Chicago también se presentaron datos de otro estudio de fase 2, Comrade, que muestran que la combinación de olaparib con cloruro de radio-223 mejoró significativamente la supervivencia libre de progresión en pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración, en comparación con el cloruro de radio-223 solo."Estos resultados reflejan nuestro compromiso continuo de redefinir la atención del cáncer de próstata y mejorar los resultados de los pacientes en las distintas etapas de la enfermedad. Nos centramos en terapias innovadoras que aborden todas las necesidades de los pacientes con cáncer y buscamos mejorar la experiencia integral del tratamiento", afirmó Christine Roth, vicepresidenta ejecutiva de Estrategia y Comercialización Global de Productos y miembro del Equipo de Liderazgo Farmacéutico de Bayer.
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