Psicólogos de atención primaria y un faro para el sufrimiento materno: el nuevo Plan de Salud Mental

(Por Manuela Correra) Psicólogos de primer nivel capacitados, al igual que los médicos de familia, para trabajar en la comunidad. Equipos de transición dedicados a adolescentes con psicopatología manifiesta o en desarrollo, de entre 14/16 y 20/22 años, también se especializaron en los problemas emergentes de adicción entre los jóvenes. Y nuevas funciones, como la de Gestor de Casos, cuyo objetivo es brindar apoyo personalizado a los pacientes, permitiendo que los servicios de salud mental atiendan adecuadamente los casos graves. Estas son algunas de las novedades del nuevo Plan Nacional de Acción para la Salud Mental (PANSM) 2025-2030, desarrollado por el Comité Técnico de Salud Mental, que el Ministerio de Salud ha presentado a la Conferencia Unificada de Estados y Regiones para su aprobación. El nuevo Plan aborda numerosos aspectos innovadores. Partiendo de una premisa: Los datos de 2023 del Sistema de Información de Salud Mental del Ministerio, según el documento, «son particularmente alarmantes y demuestran una gran brecha entre la demanda, la necesidad y la oferta: el número de centros de atención psiquiátrica en la zona ha disminuido en comparación con 2020, a pesar de que el número de usuarios que reciben servicios ha regresado a los niveles prepandemia. Se ha observado una fuerte disminución de la dotación de personal y de los recursos disponibles, y la consiguiente reducción de los servicios prestados a los pacientes en comparación con los niveles prepandemia. Al mismo tiempo, la incidencia de nuevos usuarios por año continúa disminuyendo, y ha disminuido aproximadamente dos puntos desde 2022, lo que sugiere —advierte el documento— que muchas personas con trastornos mentales están recurriendo a servicios de salud mental, a redes de atención externas o renuncian al tratamiento». Este es un panorama alarmante, en resumen, para el cual el Plan 2025-30 prevé seis capítulos de acción. Se presta especial atención, por ejemplo, a la salud mental perinatal y a la atención de mujeres con trastornos mentales, depresión y ansiedad en el período perinatal y después del parto. Es urgente —afirma— definir vías integradas que apoyen el bienestar psicológico y la salud mental de las mujeres durante el parto. Para ello, también se prevé realizar pruebas de detección, a partir del primer trimestre del embarazo, para identificar el riesgo y garantizar el diagnóstico precoz de trastornos del estado de ánimo. Los jóvenes y adolescentes también están bajo escrutinio. El Plan destaca la edad significativamente más temprana de aparición de trastornos mentales graves y el aumento de su complejidad, la gravedad del infradiagnóstico y, en consecuencia, el retraso en las intervenciones terapéuticas. Por lo tanto, se prevé la creación de equipos de profesionales de transición para promover una adecuada continuidad de la atención en la edad de transición entre menores y adultos. Además, se aborda la salud mental de las personas privadas de libertad y delincuentes bajo medidas de seguridad, identificando vías de atención específicas. También se establece un contacto forense para coordinar con los psiquiatras penitenciarios y el poder judicial. Se dedica un capítulo a la «Gestión de Riesgos y Seguridad», destacando la experiencia de las fuerzas del orden. Cuando alguien comete actos de violencia, el Plan establece que es deber del agente de policía prevenir/reprimir el delito con medidas de contención proporcionadas para garantizar la seguridad, incluso si la persona violenta padece trastornos mentales. El Plan también enfatiza la necesidad de una mayor integración sociosanitaria, promoviendo el modelo organizativo del "Presupuesto de Salud", incluso en colaboración con el Tercer Sector, y desarrollando vías de apoyo a la vivienda e inclusión laboral. El Plan pretende ser un documento eficaz para promover acciones de mejora y tratamiento de la salud mental. Un documento estratégico y operativo cuyo propósito es promover intervenciones eficaces en salud mental que deben ser adoptadas e implementadas por las Regiones, responsables del sistema sanitario, según escriben Alberto Siracusano, coordinador del Comité Técnico, y Giuseppe Nicolò, coordinador adjunto.
Salud mental: 10% más de pacientes de 2022 a 2023
Los pacientes psiquiátricos que reciben atención especializada aumentaron un 10% en 2023 en comparación con 2022. Hubo 854.040 pacientes, en comparación con 776.829 en 2022, con tasas que oscilan entre 108,5 por 10.000 habitantes adultos en la región de Marcas y 325,9 en Liguria. Esta cifra surge de los datos del Sistema de Información de Salud Mental (SISM) reportados en el Plan Nacional de Acción para la Salud Mental 2025-2030 presentado por el Ministerio de Salud a la Conferencia Unificada. En ambos sexos, las mayores concentraciones se encuentran en los grupos de edad de 45 a 54 y de 55 a 64 años. Las tasas de esquizofrenia, trastornos por abuso de sustancias y retraso mental son más altas en hombres que en mujeres, mientras que ocurre lo contrario con los trastornos afectivos, neuróticos y depresivos. En particular, para la depresión, la tasa de usuarias es casi el doble (26,4 casos por cada 10.000 habitantes entre los hombres y 45,9 entre las mujeres). Los servicios prestados en 2023 por los servicios locales, desde actividades psicológicas y psicoterapéuticas hasta apoyo social e inclusión, fueron de 9,6 millones, con un promedio de 13,6 servicios por usuario. Los datos del Sism (no reportados en el Plan de Acción Nacional) muestran que la dotación total de personal en las unidades psiquiátricas públicas en 2023 es de 29.114. De estos, el 17,2% son médicos (psiquiatras y otras especialidades), el 6,9% son psicólogos, el 41,8% son enfermeras, el 11,6% son trabajadores sociales de la salud; los educadores y técnicos de rehabilitación son el 8,6%, y los trabajadores sociales son el 4,1%. El número total de personal que trabaja en los centros de salud afiliados al Departamento de Salud Mental en 2023 es de 12.692.
Gulino (CNOP): "El psicólogo de base es bueno. Ahora necesitamos una implementación concreta y uniforme en todo el país".
"La inclusión del psicólogo de atención primaria en el Plan Nacional de Salud Mental 2025-2030 representa un importante reconocimiento de la centralidad de la salud psicológica en el Servicio Nacional de Salud. Es un paso decisivo hacia la plena implementación del derecho a la salud, que también incluye la dimensión psicológica, tal como está consagrado en nuestra Constitución", declaró Maria Antonietta Gulino, presidenta del Consejo Nacional del Colegio de Psicólogos. "Garantizar la presencia estable de psicólogos en distritos y centros comunitarios", continuó la presidenta del CNOP, "significa garantizar un acceso igualitario, continuo y accesible a la ciudadanía. Significa ofrecer escucha, prevención y orientación ante los primeros signos de angustia, antes de que se cronifique o se convierta en una emergencia". Ahora, enfatiza, "necesitamos una implementación concreta y uniforme en todo el país, basada en un servicio de calidad y la integración con otras profesiones sanitarias". "Como Consejo Nacional del Colegio de Psicólogos, estamos listos para brindar nuestra contribución técnica e institucional para construir una red amplia y competente verdaderamente centrada en el bienestar psicológico de las personas", concluye Gulino.
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