El almuerzo dominical de Sacha Dufrêne

Es a Saint-Tropez lo que el mirliton a Ruán y la estupidez a Cambrai… Un legado culinario. Hace setenta años, Alexandre Micka creó la tarta tropézienne. La receta no ha cambiado, preservada por Albert Dufrêne y, hoy, por su hijo Sacha, responsable del desarrollo del negocio familiar. Con más de 30 puntos de venta y hasta 270 empleados durante el verano, el joven nunca está ocioso. El famoso brioche de crema está en su mente. No le pregunten por su postre del domingo. A los 4 años, ya estaba en la panadería.

Durante el resto del almuerzo, este gourmet aprecia los productos de su región. «No cocino mucho», confiesa, « pero me gusta todo: pissaladière, calamares con perejil, pasta con almejas, ajo y aceite de oliva, pescado a la parrilla comprado a nuestros pescadores o buena carne... Mi padre era dueño del restaurante Le Migon y de un establecimiento que luego se convirtió en Nikki Beach en las playas de Pampelonne. Me encantan los platos exquisitos...»