Vídeos. «Rock voraz», «baterías retorcidas» y música experimental… Lisle Sauvage regresa para su sexta edición.

Lisle Sauvage busca presentar tanto artistas con una estética innovadora, incluso experimental, como la herencia local, todo en un ambiente rústico. Este año se esperan unas quince bandas. Algunas provienen de la región del Périgord, pero muchas son de otros lugares. Es el caso de TVOD, una banda de Brooklyn que fusiona el post-punk, el garage y el punk eléctrico. Una experiencia escalofriante garantizada.
En el plano musical, también hay algunos artistas bordeleses, del grupo Grenat, pero también Arthur Sàtan y su "rock voraz", como lo llaman los organizadores de Lisle Sauvage.
Más electro, pero igual de enérgico, Micro-ondes parece surgir de un futuro distópico "para lanzar la atronadora advertencia de una destrucción inminente del mundo, con una buena dosis de humor negro". Más hipnóticos, los Eat-girls, un trío lionés, se proponen cruzar, en su compañía, numerosos géneros: pop, post-punk, minimal synth, kraut, dub, etc. Todo hacia un destino impredecible, pues cada nota parece improvisada y cada ritmo es una sorpresa.

Cómo Rollet Manus
En géneros más experimentales, encontramos los “tambores retorcidos” del girondino Johann Mazé, las “campanas de los Pirineos” de Trucs o incluso los cantos malignos del Diable déségotant, de Bretaña.
Otros querían revisitar géneros o instrumentos clásicos, como el grupo I, a Bird, pero también Canan Domurcakli o Bretch.
La lista no es exhaustiva, pero ilustra lo que podría ser el lema de este festival: sorprender. Despertando al campo.
SudOuest